Sin duda, con este título Javier Bermúdez consigue que la poesía se adorne de sublimación, pero sin restar verdad a la expresión de diversos instantes teñidos de tristeza, intimismo o reflexión pausada. La honda voz que circula por Todo será tu nombre se revela plural y abarcadora en un soberano afán de trascendencia casi mística, y con ello perdura en el eco de estos poemas lo que podría denominarse revitalización de experiencias y memoria. No en balde se suceden las palabras hasta lograr que la ligereza de vivir se concrete en la sustancia real de lo que Javier Bermúdez poetiza con destreza de genio natural.