«La misión de la Iglesia no se agota en el "depositum custodi", en la guarda vigilante y en la contemplación narcisista de la Verdad. Cristo ordenó a sus Apóstoles de modo imperativo: "Id y enseñad". La Iglesia, tiene, pues, otra misión que cumplir, la difusión de la Verdad. La tarea evangelizadora no es algo yuxtapuesto y accidental en la Iglesia. Está en su propia esencia, en su razón de ser. La Iglesia, puede decir de sí misma, como nos recuerda Pablo VI "¡ay de mí si no evangelizare!»
Blas Piñar, 18 de octubre 1.965
Ante nosotros hallamos nuestra misión: rehacer el espíritu cristiano en nuestra tierra, conquistar nuevamente para Cristo a las nuevas generaciones de españoles, a todos los hombres y a todas las mujeres de España, para