Kael ha dedicado la mitad de su vida a las competencias de natación, no existe cosa alguna sobre la tierra que ame más que sumergirse en una piscina. Encontrarse con alguien que a sus dieciocho años no es capaz ni de mantenerse a flote, le resultaría extraño.
Nerea no desea ganar medallas ni ser campeona mundial., sus motivaciones para zambullirse en la piscina son distintas; necesita que su columna no siga deteriorándose.
En realidad, no importan mucho las diferentes motivaciones que nos impulsan a sumergirnos en una piscina. Al nadar el objetivo es el mismo, sea por pasión o por necesidad, siempre buscamos aferrarnos a la esperanza como salvavidas para seguir flotando.