En la España del siglo XXII, un régimen autoritario gobierna con mano de hierro, prohibiendo las relaciones monógamas y castigando severamente la homosexualidad. Este opresivo sistema mantiene a la población en un estado de olvido colectivo inducido por el consumo de drogas y alcohol. En este sombrío panorama, las mujeres viven bajo un estricto control estatal, siendo utilizadas como vasijas de bebés para satisfacer los deseos de las familias adineradas. Helena, plenamente integrada en esta sociedad, se queda embarazada de su amigo Darko y es internada a la fuerza en un centro especializado donde recibe todo tipo de cuidados para asegurar el bienestar del bebé. Allí, los sueños recurrentes sobre una infancia olvidada y la aparición de Tatia