Desde pequeños nos enseñan a mirar el anverso del mundo, un lugar donde sólo cuenta ser el mejor, obtener el éxito cueste lo que cueste. Contaminados por una competitividad asfixiante, donde lo diferente es señalado y despreciado. Nadie nos enseña la belleza del otro lado, lo bonito del reverso, los que nadie ve. Ojalá te atrevas a buscarlo, a encontrarnos en él.