Hace más de dos años que los Mossos d’Esquadra investigan la desaparición de un niño y una mujer. El sargento Pere Moya y su equipo se sienten presionados, puesto que ambos pertenecen a familias pudientes de Barcelona. Ello los obliga a aceptar la ayuda de la inspectora Itziar Gandarias, antigua colaboradora de la Sección de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional.
Repentinamente, la mujer buscada aparece maltrecha en el arcén de una carretera. La euforia se difumina cuando Laura Ruiz, con rasgos físicos y sociales similares a la primera, desaparece sin dejar rastro.
Lo que nunca imaginó el sargento Moya es que el propio secuestrador contactaría con su equipo a través de la cuenta de Twitter «estupidezpolicial».