Toda la humanidad somos un nosotros. Nos necesitamos mutuamente, somos interdependientes. Estamos llamados a “crear una cultura diferente que nos oriente a superar las enemistades y a cuidarnos unos a otros” (FT 57). En sociedades que tienden a la desvinculación (individualismo, autosuficiencia) el riesgo es renunciar a ser hogar donde acoger a los otros como huéspedes con quienes trenzar vínculos de hermandad.