<p>Esas fuerzas del inconsciente colectivo, que proceden de la Gran Madre y a las que también llamamos dioses o diosas, habitan en nuestro interior y nos guían, nos protegen, nos poseen o nos destruyen, dependiendo de la relación que tengamos con ellos. Cada uno se podría identificar con un aspecto de la triple diosa: Doncella, Madre y Anciana, que conforman el principio femenino que subyace en todas las cosas y en todas las personas.<br>Aunque dirigido esencialmente a las mujeres, portadoras conscientes de la fuerza cíclica de la Diosa, como una posible fuente de inspiración, transformación y sabiduría, también pueden inspirar a los hombres para ver con más claridad a las mujeres y para ver en ellos mismos el reflejo de su propia Diosa interior.</p>