El problema de la desigualdad social en este mundo globalizado es uno de los más injustos efectos del régimen socioeconómico dominante. La preocupación por estas temáticas ha espoleado también el interés de disciplinas tales como la historia y la arqueología, en busca de pensar tanto los modos en que se han configurado sociedades fuertemente desiguales en el pasado como las eventuales proyecciones de estas hacia el mundo contemporáneo.