¡Madre mía! V nace de una necesidad profunda: rendir homenaje a las madres comprimiendo lo más esencial.
Quien la ha reunido, lo ha hecho con el corazón abierto, como quien recoge pedazos de memoria, de amor, de heridas y de fuerza, y los transforma en pequeñas historias que caben en una página, pero se expanden en el alma.
Aquí habitan madres de carne y hueso, de sueños y silencios, de coraje cotidiano. No hay idealización, sino verdad. No hay grandes gestos, sino instantes que definen una vida.
Cada historia es una semilla que germina en quien lee. Una forma de recordar que, muchas veces, la maternidad es el primer lenguaje del amor… y también el más duradero.