Al sargento Neira no le gustan las ciudades, prefiere desenvolverse por los pueblos de la zona donde hace tiempo reina la paz y la tranquilidad. Pero todo parece desmadrarse cuando asesinan al hermano mayor de un clan familiar que no goza de excesiva popularidad en el territorio. Cuando aparece el segundo cadáver de aquella familia de impresentables, comienza a aflorar todo un mundo hasta entonces escondido, y Neira tiene que hacerse cargo del caso, respaldado por unos superiores y unos compañeros tan impresentables como las víctimas. Pero, mano a mano, con la ayuda de una soberbia compañera recién llegada conseguirá resolver el caso.