A medio camino entre el ensayo y el relato, Ripellino presenta la figura de Vladimir Mayakovsky como referencia fundamental de la vanguardia artística rusa. Además de textos y reflexiones sobre estética y política, Angelo Maria Ripellino recrea con espléndida prosa una historia de personajes, desafíos, creatividad y pasiones liberadas. Los protagonistas, junto a Mayakovsky, son el político Lunacharsky, el poeta vagabundo Khlebnikov, los pintores Malevich y Larionov, el dramaturgo Meyerhold, el payaso Lazarenko, el cineasta Eisenstein y el escritor Pasternak, integrantes de un movimiento multiforme cuya influencia pretendía extenderse más allá de la obra de arte a la propia vida.