Un empleado bibliófilo del Ministerio de la Gobernación adquiere un libro encantado que le invita a asesinar al mandarín Ti-Chin-Fú tocando una campanilla. El empleado hereda entonces la inmensa riqueza del mandarín y se lanza a una vida de fama, lujo y placer; pero la maldición de Ti-Chin-Fú le persigue y le llena de remordimientos. El empleado decide entonces marchar a China para resarcir a la familia del dignatario muerto. Allí comprobará la imposibilidad de librarse de la maldición.