Llegó el momento, ese día en el que te miras a los ojos con tu pareja y, con una sonrisa cómplice, os decís: «¿Y si…? ¿Qué te parece si...? ¿Nos ponemos?». Hasta da miedo decir las palabras «bebé» o «embarazo», pero al final te decides y piensas que total, si tu amigo, el que no era capaz de mantener vivo a un Tamagochi más de una semana, ha sido capaz, cómo no vas a poder tú criar a una criatura, así que al lío.
Pues así nace este libro, sin pensar mucho, con la ilusión de un novato en ambos cometidos. Y nace para contar las aventuras de un padre en apuros, a veces muy en apuros, y su hija.
Advertencia: No hagan esto en sus casas y mantengan este libro lejos del alcance de padres inmaduros.